En el blog de Prestamistas.es siempre tratamos de explicar conceptos financieros para que puedas ampliar información sobre el mundo de los préstamos y las finanzas. Por ejemplo, hemos visto en posts anteriores el concepto de carencia de un préstamo, qué es una moratoria hipotecaria, y cómo calcular la cuota de un préstamo. 

En el post de esta semana vamos a ver el concepto de Coste Efectivo Remanente (CER), que aunque no es un concepto que se trate muy a menudo aunque a veces hay clientes que nos preguntan por él cuando les enviamos la documentación de alguno de nuestros préstamos entre particulares. 

Qué es el Coste Efectivo Remanente de un préstamo

El Coste Efectivo Remanente o CER está directamente relacionado con la TAE y la TIN de un préstamo, y mide el total de coste pendiente de amortizar en un periodo de tiempo dado.

Dicho de otro modo, el CER es el total de coste que tenemos pendiente de asumir desde hoy hasta el momento futuro en el que terminemos de pagar o devolver el préstamo. 

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Por qué es útil el Coste Efectivo Remanente

El CER es útil porque nos informa sobre los gastos que restan asumir desde el momento en el que se mide hasta el final de la vida del préstamo. A diferencia de la TAE, esta última sólo mide el coste anual de la operación, sin importar si nos encontramos en medio de un periodo. Por eso la TAE es útil a la hora de comparar préstamos ANTES de contratarlos (ya que sabremos el coste anual que tendrá la operación para nosotros). 

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Qué incluye el CER

El CER tiene en cuenta no sólo los intereses del propia préstamo (por eso el CER depende de la TAE y el TIN) sino también todas las comisiones a las que se deba hacer frente para poder finalizar el pago del préstamo, como pueden ser las comisiones de cancelación del préstamo. 

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Qué NO incluye el CER

En algunos tipos de préstamos, como en el caso de los préstamos hipotecarios, hay algunos conceptos que no están incluídos dentro del préstamo como tal pero que el cliente debe asumir. Por ejemplo, algunos de estos costes son:

  • el coste de tasar la vivienda que queremos financiar 
  • el coste del seguro que deberemos contratar para poder firmar nuestro préstamo hipotecario
  • los gastos del registro de la propiedad
  • los gastos notariales para firmar el préstamo

Esto significa que estos conceptos tampoco están incluidos en el cálculo del CER, ni de la TAE.