En el post anterior ya vimos las diferencias entre un préstamo y un crédito, conceptos que mucha gente tiene por sinónimos pero que en realidad no lo son. De cara a ampliar algo más la información de dicho post en este artículo vamos a hablar sobre qué es una línea de crédito, los tipos de líneas de crédito más famosas que existen y sus ventajas e inconvenientes.


¿Qué es una línea de crédito?

firma de linea de credito
Una línea de crédito es uno de los productos bancarios más comunes

Una línea de crédito es un préstamo por un límite de dinero acordado con un banco o institución financiera al que se puede acceder una y otra vez de forma mensual, trimestral o sea cual sea el periodo de liquidación, siempre que se devuelva el dinero prestado en el periodo inmediatamente anterior.

Al igual que una tarjeta de crédito, que ofrece una cantidad limitada de fondos que pueden utilizarse en su totalidad, en parte o no utilizarse en absoluto, una línea de crédito es una cantidad definida de dinero a la que puede acceder una empresa o particular cuando la necesite y que tiene que devolver inmediatamente o en un periodo de tiempo preestablecido. 

Al igual que un préstamo, una línea de crédito cobrará intereses desde el momento en que se tome prestado el dinero y el acceso a la misma deberá contar con la aprobación del banco. 

Es común que en ocasiones el tipo de interés de una línea de crédito sea variable, en general más bajo según más dinero se pida prestado, lo que dificulta la predicción de lo que acabará costando el dinero prestado.

Ventajas de las líneas de crédito

linea de credito para empresas
Las líneas de crédito son comunes para empresas

Aunque funcionan relativamente igual, las líneas de crédito suelen ser fuentes de financiación de menor riesgo que las tarjetas de crédito. 

No obstante, para el banco las líneas de crédito complican un poco la gestión de los activos, ya que los saldos pendientes son derechos de cobro que no pueden controlarse ni predecirse a largo plazo y que además varían constantemente dependiendo del saldo deudor del cliente. 

Ventajas frente a los préstamos

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Los bancos no están muy interesados en conceder préstamos personales de una sola vez, especialmente los no garantizados, que requieren de un estudio de solvencia del solicitante que obviamente cuesta tiempo y dinero. 

Además, no resulta económico para un cliente ni fácil de tramitar para un banco el hecho de pedir un préstamo cada uno o dos meses, devolverlo y volver a pedirlo de nuevo. 

Las líneas de crédito solucionan estos dos problemas al poner a disposición del prestatario una determinada cantidad de dinero de forma automática y flexible siempre y cuando la necesite.

Cuándo es útil una línea de crédito

En general, las líneas de crédito no están pensadas para financiar compras únicas, como casas o un nuevo coche, para eso están las hipotecas y los préstamos para automóviles respectivamente, aunque las líneas de crédito pueden utilizarse para adquirir artículos para los que un banco normalmente no aceptaría suscribir un préstamo. 

Aunque existen las líneas de crédito personales y para empresas, lo más habitual es que ambas tengan la misma finalidad básica: financiar compras y gastos mensuales de importe variable o financiar compra de activos, productos o proyectos en los que puede ser difícil determinar por adelantado los fondos exactos que se necesitan.

En resumen, las líneas de crédito pueden ser útiles en situaciones en las que se van a producir repetidos desembolsos de efectivo, pero los importes pueden no conocerse de antemano. Del mismo modo, las líneas de crédito fueron muy populares durante el boom inmobiliario para financiar proyectos de mejora o reforma de la vivienda. Con frecuencia, la gente obtenía una hipoteca para comprar la vivienda y, al mismo tiempo, obtenía una línea de crédito para ayudar a financiar las renovaciones o reparaciones necesarias. Obviamente, después del descalabro de 2008, los bancos ahora mismo andan con pies de plomo a la hora de hacer este tipo de operaciones combinadas o directamente no las hacen.

Ejemplo real de uso de una línea de crédito

Pensemos en un autónomo cuyos ingresos mensuales son irregulares o que experimenta un retraso importante, a menudo imprevisible, entre la emisión de la factura por sus trabajos y el cobro de dicha factura. Mientras que ese autónomo puede recurrir a una tarjeta de crédito para hacer frente a los problemas de liquidez, una línea de crédito puede ser una opción más barata (suele ofrecer tipos de interés más bajos), ofrecer calendarios de reembolso más flexibles y en el fondo un esquema de funcionamiento similar a una tarjeta de crédito. 

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Las líneas de crédito también pueden ayudar a financiar los pagos de impuestos trimestrales, especialmente cuando hay una discrepancia entre el momento del «beneficio contable» (momento de emisión de la factura) y la recepción real del pago de la misma.

Desventajas de las líneas de crédito

Como cualquier producto de inversión, las líneas de crédito tienen parte de útiles y parte de peligrosas. Las líneas de crédito son ciertamente más baratas que los préstamos rápidos e instantáneos y normalmente más baratas que las tarjetas de crédito, pero son más caras que los préstamos tradicionales, tanto personales como hipotecarios. Además, en el caso de líneas de crédito para particulares, en la mayoría de los casos los intereses de una línea de crédito no son deducibles de los impuestos (como sí lo serían en el caso de un préstamo hipotecario para compra de vivienda habitual).

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Además, la mayoría de los bancos cobran una cuota de mantenimiento (mensual o anual) si no se utiliza la línea de crédito. Como las líneas de crédito pueden utilizarse y devolverse de forma no programada, algunos clientes que no llevan mucho control sobre el uso que le dan a su línea de crédito pueden acabar sorprendiéndose de lo que acaban pagando en intereses.


Comparación de las líneas de crédito con otros tipos de préstamos

Existen muchas similitudes entre las líneas de crédito y otros métodos de financiación, pero también hay importantes diferencias que, si estás pensando en solicitar una, es útil que comprendas.

Las tarjetas de crédito

tarjeta de crédito
La tarjeta de crédito es la línea de crédito más famosa

Al igual que con las líneas de crédito las tarjetas de crédito tienen límites preestablecidos: se aprueba el préstamo de una determinada cantidad de dinero hasta un límite y no más.

Además, las políticas del banco para sobrepasar ese límite varían según la entidad, aunque en normalmente en ningún caso se podrán aprobar inmediatamente los excesos, sino que en su lugar, se deberá renegociar la línea de crédito y aumentar el límite de préstamo.

Igual que ocurre con la linea de credito, en una tarjeta de credito el préstamo está esencialmente preaprobado, y se puede acceder al dinero cuando el prestatario quiera, para cualquier uso. Por último, aunque las tarjetas de crédito y las líneas de crédito pueden tener cuotas anuales, ninguna de ellas cobra intereses hasta que haya un saldo pendiente.

A diferencia de las tarjetas de crédito, las líneas de crédito a veces pueden garantizarse con bienes inmuebles (como un préstamo hipotecario). Esto es más común en el caso de líneas de crédito para empresas.

Préstamos personales

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Los préstamos personales normalmente tienen unos tipos de interés más bajos que las líneas de crédito, pero como hemos dicho anteriormente solo son útiles para compras puntuales. Algunos de los tipos de préstamos personales más conocidos son los préstamos para compra de automóvil, los préstamos para reformas o los préstamos para comenzar un negocio. 

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La desventaja principal de los préstamos personales frente a las líneas de crédito es que los préstamos necesitan de un proceso de estudio del perfil del solicitante por parte del banco, lo que significa que entre que se presenta la solicitud y que está se aprueba pueden pasar varias semanas o más.

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Si el cliente tiene necesidad de financiación a muy corto plazo puede ser que un préstamo personal no sea la solución. Además, un préstamo personal tiene un calendario de amortización previamente establecido antes de la firma, y no ofrece la misma flexibilidad que una línea de crédito. 

Préstamos hipotecarios

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Los préstamos hipotecarios son el tipo de préstamo más barato que existe a nivel de tipos de interés que se pagan, por la sencilla razón de que la garantía que está ofreciendo el cliente (una propiedad inmobiliaria a su nombre) es un activo de mucho valor que ofrece mucha tranquilidad al prestamista o institución bancaria que entrega el dinero.

La desventaja principal de un préstamo hipotecario frente a una línea de crédito es que para poder acceder a un préstamo hipotecario tendremos que disponer obligatoriamente de un inmueble a nuestro nombre. Además, estamos a solas entregan por cantidades de dinero considerable, normalmente mucho mayores que las que puede ofrecer una línea de crédito. Por esa razón, un préstamo hipotecario es mucho menos flexible a la hora de que el cliente pueda acceder a financiación de forma rápida, fácil, y por cantidades de dinero variables.

No obstante, los préstamos hipotecarios son perfectos para poder acceder a financiación en el caso de que una entidad bancaria no esté dispuesta a darnosla. De hecho, los préstamos hipotecarios son la figura con la que trabajamos en Prestamistas.es, y podemos dar financiación a todo tipo de clientes para todo tipo de situaciones: