El crédito revolvente es un tipo de financiación que proporciona al prestatario dinero en cualquier momento, permitiendo disponer de una línea de crédito completa una vez se liquide la deuda. 

Aunque no se suele solicitar cuando se busca comprar activos costosos, porque no abarca cifras superiores a las de otros tipos de préstamo, lo cierto es que los créditos revolventes tienen bastantes ventajas. 

Si quieres conocer todo lo que puede ofrecerte este método de financiamiento, ¡estás de suerte! En este artículo de Prestamistas.es vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre esta forma de obtener liquidez. 

¿Qué es el crédito revolvente?

Los créditos revolventes son aquellas líneas de crédito que se pueden utilizar de forma diaria, con la única condición de que el dinero se vaya reponiendo a medida que se va utilizando, puesto que esto es lo que mantiene la línea en condiciones. 

Además de la reposición de dinero, se deberán pagar los intereses y los pagos mensuales de la forma que se haya acordado al firmar la línea de crédito. 

En definitiva, funciona como una tarjeta de crédito, en la que dispones de una cierta cantidad de dinero para utilizar cuando te plazca, siempre que devuelvas lo utilizado y pagues el porcentaje de interés pactado.

¿Para qué sirve el crédito revolvente?

Los créditos revolventes son especialmente útiles para aquellas empresas que deseen disponer de capital para financiar ciertos proyectos sin llegar a comprometer las cuentas de la corporación, es decir, utilizan montones pequeños de crédito para actividades concretas que, cuando dan beneficios, devuelven rápidamente el gasto. 

Características de un crédito revolvente

  • Otorgan efectivo continuo al solicitante, aunque existe un límite de crédito.
  • Una vez se devuelve el dinero prestado, este vuelve a estar disponible en la línea de crédito.
  • No suelen tener fecha de vencimiento, así que la línea de crédito puede continuar bastante tiempo si se utiliza de forma responsable. 
  • Como se trata de un tipo de financiación muy flexible, los intereses suelen ser algo altos en comparación a otro tipo de financiamiento. 

Ventajas de los créditos revolventes frente a los créditos simples

La principal característica por la que destaca un crédito revolvente es precisamente lo que lo diferencia de uno simple: que en el primer tipo de préstamos el dinero se puede volver a utilizar una vez se ha devuelto. Por contra, en los créditos simples, una vez se ha utilizado el dinero no se puede volver a solicitar. 

Por otra parte, los créditos revolventes no suelen tener un número fijo de cuotas, puesto que se pueden renovar y no suelen tener una fecha de finalización exacta, y su tramitación es mucho más rápida, casi inmediata. 

La única desventaja de este tipo de financiación es que las tasas de interés serán mayores, pero solamente se pagan por la cantidad de dinero utilizada, en vez de por la totalidad del crédito.

Como ves, cada tipo de crédito tiene sus ventajas e inconvenientes, así que solicitar un tipo u otro dependerá completamente de las circunstancias financieras de tu empresa. Si necesitas cierta cantidad de liquidez y crees que vas a poder ir devolviendo el dinero paulatinamente, pedir un crédito revolvente puede ser la solución para ti.