Los préstamos son procedimientos bancarios en los que, generalmente, una empresa prestamista o entidad bancaria presta dinero a otra entidad o persona. Es decir, son contratos mediante los cuales se pacta la entrega de cierta cantidad y la forma de su correspondiente devolución. 

Como en todo tipo de trámite legal, en el mundo de los préstamos existe mucha terminología derivada que provoca que la gente se pierda. Por eso hoy, en Prestamistas.es, queremos hablaros de las dos figuras clave en todo préstamo: el prestatario y el prestamista. ¡Allá vamos!

Diferencia entre prestamista y prestatario

¿Quién es el prestamista en un préstamo? 

El prestamista es aquella persona, física o jurídica, que presta el dinero. Es decir, es el que concede el préstamo y también quién obtendrá los intereses o beneficios del trato en cuestión.

Por su posición, tiene una gran influencia en la negociación sobre las condiciones del préstamo, pudiendo elegir la cantidad de las cuotas de devolución y el porcentaje de intereses a devolver. Asimismo, puede decidir aceptar o no distintos tipos de garantía por parte del prestatario.

En caso de que el préstamo no se devolviera en los plazos que queda estipulado, el prestamista tendría derecho a una compensación.

¿Quién es el prestatario en un préstamo?

El prestatario, por contra, es la persona que recibe el dinero y que acepta las condiciones del contrato. Aunque en la negociación puede proponer modificaciones o solicitar algunos requisitos, una vez firmado el contrato es la persona que está obligada a devolver el dinero dentro del plazo previsto.

Antes de que se le conceda el préstamo, el prestatario deberá demostrar que será capaz de devolver el dinero que se le vaya a dejar, bien sea a través de un aval o por futuros ingresos. También es importante el historial crediticio de la persona en cuestión, es decir, que no tenga deudas ni problemas económicos graves. 

¿Qué tipos de prestamista y prestatario hay? 

Tipos de prestamistas

Los prestamistas más populares son: 

  • Prestamistas particulares: Son personas físicas que están dispuestas a dejar su dinero con la intención de obtener beneficios. Lo bueno de contar con prestamistas de este tipo es que agilizan mucho el proceso, pero hay que tener cuidado porque no suelen ser legales. 
  • Establecimientos Financieros de Crédito: Son entidades que se dedican a la concesión de préstamos y otros tipos de créditos. 
  • Empresas de lending: Son empresas que trabajan en línea y están especializadas en la oferta de productos financieros flexibles, como Prestamistas.es.
  • Entidades públicas: Algunas entidades públicas ofrecen préstamos, como el Instituto de Crédito Oficial. 
  • Bancos financieros.

Tipos de prestatarios

Generalmente, existen dos tipos de prestatarios:

  • Personas físicas: Particulares que necesiten dinero por algún motivo en concreto. Se pueden solicitar préstamos para pagar la reforma de una casa, la matrícula de la universidad, una boda, etc.  
  • Personas jurídicas: Empresas o asociaciones que quieran solicitar un préstamo de forma conjunta, ya sea para crecer o para llevar a cabo una acción concreta. Por ejemplo, para financiar el lanzamiento de un nuevo producto.