La mayoría de ciudadanos españoles, en algún momento determinado, teniendo un préstamo o hipoteca hemos necesitado tener más liquidez y nos hemos planteado si es posible solicitar un segundo préstamo. La respuesta es sí, si se puede pedir pero hay que cumplir unos requisitos.

Existe la posibilidad de obtener varios préstamos a la vez, siempre y cuando podamos afrontarlos. Es decir, los bancos nos otorgarán un segundo crédito en función de nuestra capacidad financiera. 

Por lo general, la entidad financiera o prestamista tendrá en cuenta nuestro endeudamiento total respecto a los ingresos. Si contamos con una situación laboral estable, unos ingresos suficientes y nuestras deudas en el momento de solicitar un segundo préstamo no superan el 30% de nuestros ingresos podremos solicitar otro préstamo sin dificultades. 

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Otro aspecto importante a la hora de valorar si se concede un préstamo o no es la puntualidad al pagar. Si se paga puntualmente se tiene un buen historial crediticio y suma más puntos para seguir recibiendo financiación. No hay establecido un número máximo de créditos que un prestatario pueda tener a la vez, ya que como hemos mencionado anteriormente depende únicamente de la solvencia económica y el historial crediticio.

Si un cliente de una entidad bancaria es cumplido con sus pagos existen dos tipos de créditos que se le pueden conceder la recompra y el refinanciamiento. 

¿Qué es una recompra y refinanciamiento?

  • Recompra: Si te han concedido un crédito nómina puedes pedir un préstamo que se parezca o paralelo y empezar a pagarlo después.
  • Refinanciamiento: Si ya tienes un crédito nómina se puede solicitar una ampliación de este para recibir más dinero. Esto te permitirá pagar el préstamo actual y utilizar el restante para financiar otras cuestiones. 

El refinanciamiento y recompra sirven para esas ocasiones en las cuales necesitas solucionar un problema de salud, deudas a corto plazo para arreglar tu situación financiera y ahorrar en comisiones e intereses. 

Ahora que conoces las distintas opciones y requisitos, te explicamos el paso más importante, hacer un análisis antes de solicitar financiación extra. Algunas de las cuestiones que hay que plantearse son: 

  • ¿Para qué necesito el segundo préstamo? Debemos plantearnos si el fin del préstamo es urgente o puede esperar a tener más liquidez
  • ¿Podré hacer frente a todos los gastos? Haz cuentas y confirma que podrás hacer frente a todos los pagos en los plazos determinados 
  • ¿Durante cuánto tiempo estaré endeudado? Analiza los plazos de devolución de cada crédito para conocer cuánto tiempo estarás pagando deudas. 
  • Haz un estudio de mercado de varias empresas antes de ir directamente a una, para asegurarte  contratar un crédito con las mejores condiciones. 
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¿La edad es un factor a tener en cuenta? 

No existe  una edad concreta para conseguir un préstamo hipotecario. Las entidades bancarias no establecen una edad mínima, aunque es más fácil ser solvente si eres mayor de 25 años. Por lo que respecta a la edad máxima, se suele exigir no tener más de 70, 75 u 80 años cuando acabe el plazo de la hipoteca. Este requisito varía en función de la política de cada banco. 

¿Qué documentación tengo que adjuntar?

  • Documento de identidad: DNI o NIE.
  • Cantidad exacta: Establecer la cantidad que se pide exactamente. 
  • Aval: En los préstamos personales no es común el aval de un tercero, pero si fuera necesario este debería comprometerse a responder por el titular del contrato en caso de impagos.
  • Justificante de ingresos: La financiera necesita conocer los ingresos de la persona que solicita un préstamo. Por lo que es necesario aportar documentación que demuestre cuánto dinero obtiene regularmente. Aquellos empleados que trabajan por cuenta ajena únicamente tienen que presentar sus últimas nóminas. Los autónomos, deben presentar la documentación que confirme que se emplean por cuenta propia.
  • Declaración de la Renta: La declaración del IRPF es un documento que puede clarificar la situación financiera del potencial cliente, ya que es un reflejo de su solvencia económica.
  • Contrato de trabajo: Ofrece una gran seguridad de que se podrá hacer frente al pago de las cuotas de la financiación, especialmente cuando se trata de empleos fijos.