Antes de adentrarnos y definir los diferentes sistemas de amortización: francés y alemán, empezaremos explicando el concepto de amortización.

La amortización de un préstamo es el proceso mediante el cual se paga de manera gradual el capital adeudado al prestamista. La amortización se realiza mediante pagos periódicos que incluyen una parte de capital y una parte de interés. Con el tiempo, la proporción de cada pago que va hacia el capital aumenta y la proporción que va hacia el interés disminuye. Esto significa que a medida que se realizan los pagos, el saldo del préstamo disminuye y al final del período de amortización, el préstamo habrá sido pagado por completo.

A la hora de adquirir un crédito podemos acogernos a un modelo de amortización u otro en función de nuestras necesidades. La tipología más común llevada a cabo por las entidades bancarias españolas es la francesa. Pese a esto, existen otros sistemas igual de válidos como el alemán, italiano y hasta americano. ¿Quieres saber más? No te pierdas este artículo de Prestamistas.es.

Sistema de amortización francés 

El sistema de amortización francés es un método utilizado para calcular el pago de un préstamo a largo plazo, donde el capital adeudado se amortiza en cuotas constantes, pero la proporción de interés y capital en cada cuota varía. La cuota inicial es principalmente intereses y las cuotas finales son principalmente el capital adeudado. Este método permite al prestatario pagar menos intereses en las primeras etapas del préstamo y más en las últimas etapas, lo que puede ser más conveniente para algunas personas.

Suele ser el sistema de amortización más utilizado en España debido a que es un método de pago de cuotas constante. La regularidad de los pagos supone que las entidades tengan la seguridad de obtener ingresos todos los meses mediante los intereses que provienen del capital pendiente de los créditos.

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Sistema de amortización alemán 

El sistema de amortización alemán es un método utilizado para calcular el pago de un préstamo a largo plazo, similar al sistema francés. Sin embargo, en lugar de tener cuotas constantes, el monto de la cuota a pagar cambia durante el plazo del préstamo. Al principio del préstamo, la cuota es baja y aumenta gradualmente a medida que el capital adeudado disminuye. Esto significa que el prestatario paga más intereses al principio del préstamo y menos intereses al final del mismo. Este método puede ser conveniente para personas que esperan tener ingresos más altos en el futuro y desean pagar menos intereses en las primeras etapas del préstamo.

¿Qué sistema es mejor?

No hay ningún sistema mejor que otro, todo dependerá de las necesidades e intereses de cada uno.  Así como de otros factores como por ejemplo el nivel de ingresos del prestatario o los que vaya a conseguir en un futuro, ya que esto determinará los esfuerzos que tendrá que asumir a la hora de afrontar la cuota hipotecaria. 

Escoger el sistema de amortización adecuado dependerá de si se hace un buen análisis previo de las necesidades y capital. Sin embargo, las entidades bancarias son las que suelen imponer el método francés debido a que, como se ha comentado anteriormente, les aporta mayor beneficio económico. Esto conlleva que a veces el propio cliente no conozca otras alternativas como el sistema alemán.