Si estás acostumbrado a tratar a menudo con los bancos, sin duda habrás oído hablar alguna vez del «aval bancario». Antiguamente, este tipo de contrato era bastante habitual, sobre todo en el caso de los préstamos, mientras que hoy en día se utiliza con mucha frecuencia en muchos contratos de alquiler, sobre todo ante el impago. En estos tiempos de crisis, el aval bancario ha resurgido con fuerza. Solo nos queda analizar este tema en detalle. Por esta razón, desde Prestamistas.es, te hemos preparado esta breve guía para que sepas qué es exactamente un aval bancario y cómo funciona

Definición de aval bancario

Un aval bancario es una garantía por parte del banco, que asegura el cumplimiento de una determinada obligación económica. Podría definirse como una “especie de seguro”, en el sentido de que si la persona a la que se le concede el aval no paga la cantidad que le corresponde, será el banco quien se haga cargo de sus deudas financieras. Este tipo de aval tiene diferentes finalidades: la de garantizar un préstamo, que de otro modo fracasaría por falta de liquidez. También es un tipo de acuerdo que se utiliza con frecuencia en los contratos de alquiler.

¿Cómo funciona?

Para solicitar un aval bancario, el cliente deberá definir junto con el banco determinadas cláusulas como la duración, el importe a pagar y la forma de pago. Esta solicitud debe ir acompañada de los datos completos de identificación del cliente. Una vez establecidas las condiciones contractuales, el banco emite el endoso y lo transmite al beneficiario, cobrándole comisiones. En caso de que el banco asuma definitivamente el papel de «avalista», tendrá derecho a recibir una cuota de la operación en curso. 

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Figuras del aval

Son tres las figuras que desempeñan un papel fundamental en las transacciones comerciales, que es donde en general suele usarse el aval:

Avalista

Se trata de la persona o la institución que tendrá que afrontar la obligación de pago  en el caso de que el avalado no cumpliera con sus obligaciones, por esta razón, se le llama también “garante”.

Beneficiado

Se trata de la institución o persona que recibe el aval en el caso de que no se cumplan las obligaciones de pago.

Avalado

Quien pretende realizar el pago de sus obligaciones y utiliza el aval para garantizar su obligación.

Características del aval

El aval se caracteriza por ser accesorio al contrato principal e influye en el patrimonio de quien lo asume.

Se habla de aval mercantil si la operación se desarrolla por escrito en un documento, ya sea público o privado. En el derecho bancario también se trata de un documento accesorio a la obligación principal de préstamo o crédito y también tiene que estar impreso.

Requisitos para obtener un aval bancario

Cuando ofrece un aval, la institución bancaria se hace responsable de una posible futura deuda del solicitante, por lo que se expone a correr un riesgo, al igual que pasa con los préstamos. El banco no tiene que desembolsar el dinero en el momento (y es posible que nunca llegue a hacerlo), sin embargo, igualmente solicitará una serie de requisitos mínimos que, por lo general, son los mismos que se exigen en cualquier operación de activo.

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Los avales bancarios, en particular, son empleados sobre todo como garantía en los contratos de alquiler. El solicitante del aval tiene que ser cliente del banco en cuestión, que examinará su nivel de solvencia y el cumplimiento de pagos y comprobará los fondos de los que dispone. Si todo está en orden, es muy posible que finalmente decida avalar por la cantidad solicitada. El solicitante, entonces, deberá proporcionar los datos específicos del inmueble que quiere alquilar, del dueño y del importe solicitado para el aval.

Duración y término de un aval bancario

El aval bancario puede tener un plazo indefinido, esto significa, que puede no tener caducidad o, por el contrario, una fecha de fin establecida. La cuantía del aval se establecerá, en el caso del alquiler de una vivienda, por el número de las mensualidades solicitadas por el arrendador. Una vez aprobada la operación, el banco procederá a la otorgación del documento de aval bancario al avalado que, a su vez, le entregará una copia a su arrendador. La concesión del aval implica para el cliente el pago de unas comisiones, como de estudio, de formalización y mensuales.

Si el solicitante no cumple con lo acordado en su contrato de alquiler, el arrendador podrá solicitar al banco las mensualidades no abonadas en el periodo de tiempo establecido. Para ello, deberá demostrar el impago de dichas mensualidades. Una vez abonadas las mensualidades, el banco podrá reclamarlas al avalado.

Si el plazo de duración del aval expira sin ninguna incidencia, el propio banco cerrará el aval y considerará la operación por finalizada. El cliente avalado tendrá que recuperar el aval físico para poder cancelarlo adecuadamente.